domingo, 29 de septiembre de 2013

Cake Pops

¡Hola visitantes!, la tarde de hoy ha sido muy divertida, hemos practicado con Cake Pops y puedo asegurar que ESTABAN riquísimos y digo que estaban porque ya no queda ni uno.
Hemos tenido la ayuda de la peque de la casa, se lo ha pasado genial ¡y nosotros mas aún al verla disfrutar tanto! por lo que la diversión se ha multiplicado por 1000. No dudéis hacer esta receta con los niños porque disfrutaréis viéndolos muchísimo...




Los Cake Pops (para aquellos que no conozcan su existencia), son pequeñas esferas o cubos cubiertos de chocolate, unidos a un palo simulando un chupa chups o piruleta. Puede ser una manera original de utilizar los restos de una tarta de cualquier sabor o un bizcocho y válidos para decorar cualquier preparación dulce con la que queráis sorprender a quien sea.






Ingredientes

8 Magdalenas o los restos de un bizcocho o tarta
2 cucharadas y media de queso crema tipo Philadelphia 
2 tabletas y media de chocolate blanco 
Tinta alimenticia de colores (por lo menos los colores básicos)
Decoraciones de azúcar (lagrimitas de colores, fideos de chocolate, pasta de azúcar etc) 
Palos de madera (tipo brochetas) o palos específicos para Cake Pops
1 base de corcho blanco 

Preparación

Una vez hecho el bizcocho y hayamos obtenido los restos necesarios para poder formar una buena cantidad de bolas (tamaño albóndiga) los desmenuzamos hasta conseguir migas. Estas migas las mezclamos con el queso tipo crema o cualquier glaseado, chocolate derretido etc. Mezclamos hasta conseguir una masa compacta y homogénea para moldear las formas con las manos sin ningún problema.




Cuando las tengamos todas hechas, refrigeramos en un recipiente durante unos minutos para que cojan una textura uniforme. Ahora procedemos a derretir una pequeña cantidad de chocolate (unas 6 onzas) en el microondas e iremos mojando los 2 primeros centimetros de nuestro palo en el chocolate para introducirlo en nuestra bola. 
Una vez estén todas, hay que refrigerar 15 minutos como mínimo para que el chocolate se endurezca y ayude a que nuestro Cake Pop no se despegue. (este paso es esencial si queréis que el resultado sea el correcto)




Al sacarlas del frigorífico, ya tendremos el chocolate derretido y dividido en varios recipientes (en el caso de que queráis teñir el chocolate de diferentes colores). Realizaremos el mismo paso en todos nuestros Cake Pops.
Mojamos con mucha delicadeza cada bola sosteniéndola por el palo, una vez cubierta daremos pequeños golpes secos para desechar el chocolate sobrante. Si vais a hacer algún tipo de decoración este es el momento indicado para que lo hagáis. Si no se os ocurren ideas divertidas solo tenéis que pinchar aquí , seguro que hay algo que os encanta. Inmediatamente los iremos pinchando en nuestra base de corcho que ira al refrigerador durante media hora como mínimo.



Una vez fríos nuestros Cake Pops podemos seguir decorando, dibujando o pegando con ayuda de mas chocolate derretido. Nosotros hicimos pequeñas formas con masa fondant y dimos los últimos retoques con rotuladores de tinta comestible ¡les quedaron genial a la peque!.





En fin visitantes, animaos a hacerlos, animad a vuestros sobrinos, hermanos, primos, nietos y darle rienda suelta a vuestra imaginación que segura estoy que os sorprenderéis de vosotros mismos.
Solo espero que hayáis disfrutado al menos.... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO!

viernes, 27 de septiembre de 2013

Cookies XXL "tipo Starbucks"

¡Hola visitantes!, hoy os traigo una americanada hiper sencilla para hacer una mención de honor a Starbucks , ¡qué me chifla!, ¡me fascinan los cafés!, ¡sus tartas!, ¡las galletas!, ¡chocolatinas!... en fin, entre tanta variedad siempre me resulta muy difícil decidirme pero hoy voy a optar por la receta de las Cookies XXL, muy fáciles de hacer, de comer y apta para disfrutarla en familia como a mi me gusta. 



Os puedo contar que el significado "cookie" es un término anglosajón que significa "galleta" pero lo hemos utilizado para identificar este tipo. No es más que una pasta hecha principalmente de harina y azúcar con lagrimas de chocolate, sencillo, pero ¡¡¡¡¡cómo nos gusta!!!!!.

Hace unos meses publiqué una receta muy parecida de cookies de chocolate blanco que tuvieron muchísimo éxito, en esta ocasión he cambiado un poco la receta pero no quiere decir que la anterior no estuviera igual de buena ¿eh?.




Ingredientes

210 g de harina
3/4 de cucharadita de bicarbonato sódico (en Mercadona lo venden)
3/4 de cucharadita de levadura
1 pizca de sal
150 g de azúcar moreno
100 g de azúcar blanco
1 huevo grande o 2 medianos
1 cucharadita de extracto de vainilla
180 g de lagrimitas de chocolate (se pueden mezclar blanco y negro e incluso trocear la tableta) 


Preparación

Empezamos tamizando los ingredientes secos en un bol; la harina, levadura, sal y el bicarbonato sódico.

En otro bol o en una procesadora tipo Thermomix, batimos a velocidad media la mantequilla hasta que su textura sea parecida a la pasta de dientes y añadimos los azúcares, los huevos y la esencia de vainilla. Mezclamos durante unos 5 minutos bajando poco a poco la intensidad de mezclado.

Añadimos los ingredientes secos a nuestra preparación y mezclamos hasta que todo quede muy bien integrado. Finalmente añadimos los chips de chocolate que removeremos con cuidado, unicamente para que se mezclen, no queremos batir en exceso. (podemos añadir frutos secos tipo cacahuetes, pistachos, avellanas ¡¡lo que vuestro paladar os pida al body!!). 




Precalentamos el horno a 180º y a continuación haremos pequeñas porciones irregulares (no hace falta que sean redondas perfectas puesto que la galleta cogerá su forma peculiar de cookie una vez se estén horneando) y las iremos colocando ordenadas en una placa de horno previamente forrada con papel vegetal.



Transcurridos entre 15-20 minutos las sacaremos del horno y las colocamos con cuidado en una rejilla. (en mi caso en varias porque salieron unos galletones del tamaño de una mano y no os asustéis si de primeras las notáis blandas. Poco a poco se irán endureciendo según pierdan temperatura).



En cuanto a su conservación es muy fácil, solo tenéis que meterlas en cualquier caja de metal o cerrada al vacío y os aguantaran por días sin ningún problema.

¡Así que esto es todo por esta vez!, y os decidís a probar no dudéis en escribirme vuestra experiencia, os contestaré encantada.

Solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO! 

viernes, 23 de agosto de 2013

Lunettes (pastas de mantequilla y mermelada)

¡Hola visitantes!, siento de nuevo tanto retraso en las publicaciones, el verano me ha tenido demasiado entretenida para publicar una de las muchas recetas que he tenido el gusto de probar en estas tardes de verano tan calurosillas "mmm...".

Hoy os traigo quizás la que más me ha gustado de este mes de Agosto, las deliciosas Lunettes ("gafas" en el diccionario francés), que no son mas que unas delicadas y finas pastas de mantequilla con forma de anteojos, lentes o gafas (que en este caso la forma ha tirado más a la española que a la francesa) rellenas de mermelada u otros ingredientes, a las que más de uno/a quisiera hincar el diente.

El motivo de realizar estas galletas viene del recuerdo de mi ultima escapada a Málaga que realicé hace pocos meses para visitar a mi amiga Caye. Cual fue mi sorpresa y cuánto será lo que me conoce que nada mas llegar me llevó a una pequeña pastelería de maravillas francesas. Ahí fue donde conocí este pequeño manjar que animo a todos los valientes que probéis.




Ingredientes para la masa sablée

225 g de azúcar glas 
300 g de mantequilla
500 g de harina
Una pizca de sal
90 g de yemas (o cambiar el peso de las yemas por huevos enteros)
Unas gotas de esencia de vainilla
Ralladura de 1 limón

Para el relleno (podéis elegir)

Mermelada de fresa 
Mermelada de albaricoque 
Dulce de leche
Nutella etc. 

Para la decoración

Azúcar glas 


Preparación

Lo primero que vamos hacer es asegurarnos de que todos los ingredientes estén a la misma temperatura, de lo contrario la masa podría cortarse.  
A continuación batimos muy... muy bien la mantequilla a temperatura ambiente junto al azúcar hasta conseguir una crema blanquecina y homogénea, de lo contrario no resultaría una masa de la misma calidad.
Poco a poco iremos añadiendo las yemas (o los huevos), la ralladura de limón y la esencia de vainilla sin dejar de batir.
(Si tenéis una maquina de amasado como por ejemplo Thermomix es aconsejable que la uséis hasta el momento en que añadís el último ingrediente líquido). 

Una vez estén todos los ingredientes líquidos mezclados correctamente procedemos a añadirlos a la harina que tendremos previamente preparada en la mesa de trabajo junto a la pizca de sal en forma de pirámide a la que le haremos, un hueco en el centro para incorporarle la preparación que acabamos de realizar.
En cuanto a la harina, es importante que uséis una de trigo y sin levaduras incorporadas.

Llegados a este punto, usaremos única y exclusivamente las manos. Mezclamos intentando no amasar para no dar calor a nuestra masa. Este tipo de masa, como es en este caso la masa sablee, no necesita amasado como en el caso de los panes o pizzas. Cuanto menos amasado mejor será el resultado de nuestra masa.
Una vez los ingredientes se hayan consolidado y la masa tenga un aspecto homogéneo dejaremos que repose durante 1 hora y media como mínimo en el frigorífico. (Este paso también es esencial. No podréis estirar la masa si no tiene un tiempo previo de refrigerado ya que la mantequilla necesita endurecer para que no sea demasiado pegajosa, entre otras cosas).

Pasado el tiempo, estiramos la masa con un grosor máximo de 3 mm aproximadamente. Y haremos bases de galleta con un cortante redondo como es en mi caso. Y de igual manera haremos las tapas que no son mas que las mismas bases pero con otro cortante mas pequeño para que se vea el relleno una vez que las vayamos a montar. 




Precalentamos el horno a 190º y hornearemos durante 9-10 minutos o hasta que los bordes de nuestras galletas COMIENCEN a estar doradas.

Una vez frías solo tendremos que untar del relleno que mas nos guste para posteriormente encajar la base y la tapa que previamente habremos espolvoreado de azúcar glas considerablemente.

Este tipo de galleta se puede almacenar en buen estado en una lata durante 1 ó 2 semanas. En el caso de que nos sobrara masa cruda, podemos congelarla durante 3 meses sin ningún tipo de problema




Para los golosos la mejor golosina, ¡un bocado que disfrutaréis mucho!. Aunque solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo ¡BUEN PROVECHO!



"Me encanta estar junto a ti porque hueles a masa de galleta"
Película: Porque lo digo yo. 2007 

lunes, 20 de mayo de 2013

Palmeras de chocolate

¡Hola visitantes!, después de unos meses de abandono, hoy regreso con una recetilla sencilla y perfecta para cualquier tarde.
Esta vez haremos unas fantásticas palmeras de hojaldre, aquellas que acostumbramos a ver cubiertas de chocolate o de azúcar. ¿A quién no le puede gustar ese aparente barnizado dulce y goloso?. mmm...




Ingredientes

Para las palmeras

1 placa o base de hojaldre (preferible el del LIDL)
80 gr de azúcar blanco (o azúcar al gusto)
agua (para pintar)

Para el glaseado de chocolate

100 g de chocolate negro
100 g de chocolate blanco
4 cucharaditas de leche
Una gota de colorante rojo


Preparación


Empezamos precalentando el horno a 200º y estirando la base de nuestro hojaldre según viene indicado en el envase. Ahora solo vamos a dedicarnos a hacer varias capas añadiendo azúcar a cada una de ellas haciendo pliegues de la siguiente manera:

1º capa: base de azúcar
2º capa: plegamos los extremos hasta la mitad de nuestra masa. Una vez plegado volvemos a añadir otra base de azúcar.
3º capa: plegamos de nuevo hacia la mitad de nuestra masa y añadimos de nuevo azúcar. Nos debe quedar tal cual muestro en la imagen a continuación.




Llegados a este punto doblamos un pliegue encima del otro y de esta manera cortamos rodajas de un centímetro de grosor. 




Tras cortar todas las delicadas rodajas de hojaldre, colocaremos sobre la bandeja de horno que previamente habremos forrado con papel de cocina (nos valdría el mismo papel donde venía envuelta nuestra masa).

Ellas solitas irán cogiendo la forma peculiar de las palmeritas de hojaldre, no alarmarse antes de la cuenta si veis que vuestras palmeras una vez empezado el horneado toman una forma extraña. ¡¡Tranquilos, más adelante quedarán mejor que las compradas!!.




Transcurridos de 12 a 15 minutos de cocción las sacamos y dejamos enfriar antes de bañarlas en chocolate. 

Para el glaseado chocolateado solo tenemos que introducir el chocolate es en un recipiente pequeño  (pero que nos quepan las palmeras) junto a dos cucharaditas de leche y calentamos en golpes de 40 segundos en el microondas con muchísimo cuidado de que no se queme. 

Si preferís hacerlo a baño maría muchísimo mejor, así os aseguráis de que el chocolate quedara perfecto. 

Una vez el chocolate este derretido y nuestras palmeras frías, solo tenemos que introducir la mitad de ellas en el chocolate y dejar escurrir en una rejilla hasta que endurezca. 




Si también os atrevéis con el colorante rojo, solo tenéis que fundir el chocolate blanco y una vez fundido añadir una gota de colorante rojo, remover bien y hacer la misma operación con otra palmera.



A partir de aquí vuestra creatividad es la que manda queridos visitantes... os animo a probar, aunque solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO! 

miércoles, 6 de febrero de 2013

Cinamon Rolls "Rollitos de Canela"

¡Hola visitantes!, hace cuestión de días, en una de mis conversaciones culinarias con mi queridísima amiga Paola, salió el tema de los Cinamon Rolls. En ningún momento dude en que conseguiría dejarla sin palabras. Pao, "este toro va por ti".

Visitantes, os presento una delicatessen para el olfato y el paladar que puede dejar sin palabras no solo a mi amiga Paola. El Rollito de canela o Cinamon Roll es una especialidad repostera típica de los Estados Unidos y del norte de Europa. En Suecia lo llaman Kanelbulle y es muy común para acompañar el café.

Conocemos la existencia de este pan dulce desde mediados del siglo XIX, en el que solo horneaban en hogares con suficientes recursos económicos por el coste de sus ingredientes. Por el contrario, a día de hoy, podemos elaborar esta receta en casa sin pasar por el supermercado.

Animo a aquellos/as que quieran sorprender a su pareja, os puedo asegurar que detrás de este delicado bollo existe una alta dosis de canela que puede dar alguna que otra sorpresa. ¿Es necesario que diga algo más?.




Ingredientes

Para la masa

750 g de harina de fuerza
320 g de leche
25 g de levadura fresca
Una pizca de sal
2 huevos
150 g de azúcar
1 cucharadita de canela en polvo 
120 g de mantequilla
1 cucharadita de aroma de vainilla

Para el relleno

150 g de azúcar blanca
100 g de azúcar moreno
40 g de canela en polvo
75 g de mantequilla derretida 

Para la cubierta

520 g de azúcar glas
15 g de azúcar vainillado
15-20 g de zumo de limón
50 g de agua

Preparación

Comenzamos mezclando los ingredientes secos de nuestra masa en un bol y apartamos.




Con ayuda de una procesadora (Thermomix, batidora etc) mezclamos durante unos 20 segundos la mantequilla, la leche, la levadura fresca, la esencia de vainilla y los huevos. Esta preparación la añadimos a la anterior, amasamos durante 9 minutos y dejamos reposar aproximadamente 90 minutos o hasta que la masa eleve su volumen considerablemente. 

Mientras fermenta nuestra masa, preparamos el relleno que no es más que mezclar todos los ingredientes y apartamos. 




Transcurridos los 90 minutos, enharinamos nuestra mesa de trabajo y estiramos con ayuda de un rodillo hasta conseguir una capa no extremadamente fina, lo suficiente para que a la hora de enrollar no se nos rompa. 
Es importante que intentéis dar una forma rectangular a la masa para así aprovechar el máximo de masa posible. 




Llegados a este punto derretimos la mantequilla de nuestro relleno, pintar con ella toda la superficie y sin miedo de dejar un solo hueco en blanco. 
Una vez la masa esté bien empapada realizamos la misma operación con la preparación que teníamos previamente mezclada y enrollamos. 




Si al terminar el enrollado viéramos que los bordes no se pegan correctamente solo tendremos que humedecer con un poquito de agua los bordes de la masa. El agua y el huevo tienen un "efecto pegamento". 

Ahora solo tenemos que hacer 16 cortes iguales, colocar en horizontal sobre un molde de horno separando cada bollito 2 centímetros unos de otro y dejar reposar 45 minutos más antes del horneado. 



Una vez transcurrido el tiempo, nuestros rollitos deben haber aumentado un poco mas su tamaño.  Batimos un huevo y pintamos generosamente cada uno. El huevo, le dará un efecto dorado tras el horneado.
En este momento, precalentamos el horno a 180º e introducimos durante 25 o 25 minutos.

No os preocupéis si al finalizar el tiempo veis que se os han pegado unos con otros. La peculiaridad de la receta es que al terminar de elevar en la cocción cada rollito se una al otro formando una capa de espirales con un aroma maravilloso. 




Una vez sacamos del horno preparamos la cubierta de azúcar para nuestros Cinamon Rolls, que consiste simplemente en verter en un cazo a fuego medio; el azúcar glas, el zumo de limón y la azúcar vainillada junto al agua que removeremos sin parar hasta que la mezcla tenga una consistencia parecida a la masa de tortitas y crêpes. 
Con ayuda de una cuchara vertemos pequeñas cantidades sobre cada uno. Debemos ser ágiles pues esta mezcla tiende a secarse muy rápido y tras el secado se resquebraja con facilidad. 
Si esto pasara, basta con volver a darle un toque de calor y remover. 




En fin, yo creo que solo tenéis que ver el resultado y opinar vosotros mismos... os aseguro que el aroma es impresionante y el sabor acompaña al aroma. ¡Animaos y me contáis! aunque solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO! 




"La canela hace que la gente se mire a los ojos"

Película, La sal de la vida. (2003)
Tassos Boulmetis.

martes, 29 de enero de 2013

Tarta fondant "San Valentín"

¡Hola visitantes!, aunque San Valentín debería ser todos los días, no todos los días se puede disfrutar de una tarta tan cursi como esta. Sorprended a vuestra pareja con esta rica receta, os aseguro que además de su buena presencia, está deliciosa.

En algunos países se conoce como Día de los Enamorados y en otros como Día del Amor y la Amistad. Así que no estaría mal, dejar boquiabiertos al amigo que os escucha, al amigo que siempre está ahí...

Muchos piensan que San Valentín es un invento del siglo XX y que surgió por el interés de los grandes centros comerciales, pero su origen remonta a la época del Imperio Romano. Dudo que en aquellos tiempos compartieran flores y tartas de azúcar y aunque no se estilara obsequiar al enamorado/a, los romanos realizaban la adoración al Dios del Amor, Cupido, para así conseguir al enamorado ideal.

¿Os habéis enamorado alguna vez de una tarta?. Yo, SI.




Ingredientes

Para el bizcocho

225 g de mantequilla reblandecida
225 g de azúcar extrafino
Ralladura de un limón
4 huevos
350 g de harina con levadura
2 cucharadas de zumo de limón
2 cucharadas de leche

Para el relleno

250 g de queso tipo Philadelphia 
150 g de azúcar glas
50 g de cacao en polvo
30 g de mantequilla reblandecida 

Para decorar

750 g de masa fondant 


Preparación

Comenzamos precalentando el horno a 180º. Si el molde es de silicona como en mi caso, poned sobre la bandeja de horno previamente engrasado para evitar algún desastre una vez vertamos la masa. 

Batimos la mantequilla y el azúcar hasta conseguir una textura pomada a la que añadiremos la ralladura del limón. 
Una vez este todo bien mezclado incorporamos los huevos de uno en uno, sin dejar de batir y agregando una cucharada colmada de harina cada vez para evitar que la mezcla llegue a cortarse. 

Añadimos el resto de la harina junto al zumo de limón y la leche hasta que se integre todo a la perfección. 

Rellenamos el molde y nivelamos la superficie para evitar que se abombe demasiado a la hora de hornear. 




Si notárais que la masa queda demasiado líquida podéis corregirlo añadiendo 1 o 2 cucharadas de harina previamente tamizada; por el contrario, si quedara demasiado espesa, 1 o 2 cucharadas de leche. 



Metemos en el horno precalentado durante 50 minutos. Nos debe quedar un bizcocho jugoso pero consistente que, una vez frío desmoldamos y dividimos en dos partes iguales. 




Para realizar el relleno solo tenemos que mezclar los ingredientes en este orden; mantequilla, queso, azúcar y cacao. 
Pintamos una de las dos mitades y  apartamos solo una cuarta parte de nuestro relleno para mas tarde. 
Mientras procedemos a preparar el fondant, llevamos nuestro bizcocho ya relleno y tapado al frigorífico para que obtenga así mas consistencia. Es importante también refrigerar las tartas que llevan productos lácteos. En este caso, la crema de philadelphia necesita mantenerse en frío. No lo olvidéis.

Para la realización del fondant solo debéis tener en cuenta varias cosas; es una masa delicada hecha mayormente con azúcar por lo tanto se endurece y se agrieta si no trabajáis con rapidez. Si decidís preparar el fondant con antelación no olvidéis conservarla muy bien, preferiblemente con cierre hermético.
Al igual que cualquier otra masa que va a ser manejada y extendida con rodillo necesita harina, pero el fondant solo se trabaja con azúcar glas o harina de maíz. Por lo tanto, si notáis que la masa se pega a la mesa de trabajo, solo debéis espolvorear un poco de maizena las veces que sean necesarias. 




Yo suelo utilizar la marca Satin Ice: me da muy buenos resultados, tanto para cubrir como para moldear figuras. 100x100 recomendada (si necesitáis información de donde conseguir esta pasta solo tenéis que escribirme y os responderé encantada).
En este caso, compré fondant blanco que tuve que tintar con colorante alimenticio rojo en pequeñas cantidades hasta que conseguí el color rosa palo que quería. 




Ahora debéis extender poco a poco la masa, intentando que toda la superficie sea del mismo grosor o no dará el efecto deseado. Es importante que tengáis un rodillo especial para pasta de  goma, fondant y mazapán, pues con uno cualquiera de madera no tendréis los mismos resultados. 




En este momento cubrimos el pastel al completo con el resto de relleno que teníamos apartado para la buena adherencia del fondant. Una vez cubierta procedemos a tapar cuidadosamente con nuestra masa de azúcar. 




Cortamos los bordes sobrantes y comenzamos a modelar como si de plastilina se tratase. A partir de aquí debéis "darle al coco" y a vuestra creatividad. 




Animaos y probad, pues querer sorprender a los vuestros es además de fácil... ¡divertidísimo!. Solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO!



"Te amo porque hueles a masa de bizcocho". 
Película "Porque lo digo yo"

sábado, 19 de enero de 2013

Flores dulces

¡Hola visitantes!, antes de comenzar me gustaría dar las GRACIAS por la acogida (para mí inesperada) que está teniendo el blog en tan poco tiempo, estoy muy agradecida por las felicitaciones que me hacéis a diario que espero poder recompensar con cada receta que publique.

En esta ocasión os enseñare una de tantas que llevo años persiguiendo y que nunca me atrevía a hacer. Estoy encantada por la rapidez y la facilidad de su ejecución, pero sobretodo por la exquisitez del resultado final, dulce pero a la vez delicado y especial.

Las flores de miel, son un postre "typical Spanish" conocido mayormente por nuestras abuelas, por lo que realza mucho más su encanto tradicional y su delicado sabor.
Si verdaderamente os gusta experimentar cosas nuevas en la cocina como a mí, no dudéis en probar, os aseguro que con pocos pasos a seguir obtendréis resultados perfectos.

Podrá parecer una exageración, pero creo que no me equivoco si digo que hay que perder el miedo a las cosas por muy difíciles que nos resulten, pues no todo saldrá a la primera.
Alguien me dijo que el miedo solo se acaba si te enfrentas a él.  Y sí, podemos buscar el camino fácil, imaginarnos su sabor a través de las imágenes y quedarnos con las ganas, pero no me negaréis que sería mucho mejor disfrutar probando nosotros mismos y recompensarnos generosamente con una buena "merendola". Así que no basta con que leas la receta, ¡¡enfréntate a las flores con valentía!!

¡Tomad nota!




Ingredientes

Para las flores

1 vaso de aceite de oliva
1 vaso de harina de trigo
1 vaso de leche
3 huevos
Ralladura de un limón
1 palito de canela
Pizca de sal
Aceite de girasol (para freír)

Para la cobertura de miel

Miel (a gusto) (se puede sustituir por azúcar glass)
1/2 vaso de agua

Preparación

Para comenzar con nuestras flores vertemos la leche, con la canela y la ralladura del limón en un cazo a fuego medio. Cuando esta comience a hervir, apartamos hasta que esté completamente fría. 
Mientras, preparamos nuestra cobertura, que no es mas que calentar la miel con el agua, hasta que esté todo completamente diluido. 




Una vez tengamos estos dos pasos en su punto, batimos en un bol los tres huevos con la pizca de sal a los que añadiremos la leche previamente aromatizada poco a poco y sin dejar de batir. (No se os olvide colar la leche, pues esta no puede tener ningún resto de canela y limón).




Tras haber mezclado todo bien, añadimos el aceite, la harina y seguimos removiendo hasta conseguir una masa líquida pero consistente, parecida a la de los crêpes o tortitas americanas. 
Dejamos reposar mínimo 20 minutos antes de freír. 

Mientras, pondremos a calentar el aceite de girasol en una sartén tipo Wok (debe ser profunda). 

Llegados a este punto, os comento el mayor imprescindible de la receta. "EL FLORONERO". Yo lo llamo así, pero realmente no es más que el instrumento necesario para hacer las flores de miel, es decir, un palo de metal acabado en flor, que hará el proceso rápido y sencillo si seguís correctamente los pasos. 




Cuando el aceite alcance una temperatura elevada, metemos "el floronero" en la sartén, sin miedo, durante 10 segundos e introduciremos con tranquilidad 3/4 partes de el en nuestra masa ya reposada. 
Ahora solo tendremos que llevar nuestra vara de metal bañada en masa a la sartén caliente y sin apoyar en la base de nuestra sartén, daremos pequeños golpes secos para que la masa que se está friendo se despegue poco a poco del molde.
No olvidéis dejar "el floronero" 10 segundos en aceite caliente antes de bañarlo en masa o no se despegará correctamente para cuando lo haga ya se habra frito mas de la cuenta. 




Nos deben quedar unas flores doradas pero no excesivamente, por el contrario quedaran demasiado crujientes y no es la textura adecuada, por lo que debéis controlar con especial atención los tiempos de fritura. 
Ahora solo queda ir poniendo poco a poco las flores en papel absorbente (boca a bajo para que suelten todo el aceite sobrante).

Una vez fritas, las bañamos en miel y estarán listas para tomar. 
En caso de que la miel no os guste, podéis espolvorearlas con azúcar glass mientras sigan templadas  para su buena adherencia. 

¡y voilà!, este es el resultado... 




Espero que probéis, que os manchéis las manos, disfrutéis como niños y engordéis unos kilitos aunque me conformo con que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO! 




"La vida interior necesita una casa confortable y una buena cocina"
Lawrence, David Herbert 

miércoles, 16 de enero de 2013

Choco-Banana Cupcakes

¡Hola visitantes!, he tenido un poco olvidado el blog durante las fiestas, pero os aseguro que este año publicaré tantísimas recetas que no sabréis cual elegir.
Esta vez he optado por mejorar la receta de las cupcakes de plátano, chocolate y nueces que vienen fenomenal para las meriendas en familia. A los niños les encantará tomar fruta de esta manera. 

Hace pocos meses publiqué otra variedad de banana cupcake que es bastante parecida a esta receta, así tendréis la opción de escoger la que más os guste. Son dos recetas similares que se diferencian por un par de ingredientes que a mi gusto les da el toque que les faltaba para ser perfectas. 

¡Comencemos! 



Ingredientes

250 g de harina para bizcochos 
1/2 cucharadita de levadura en polvo
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico 
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de esencia de vainilla
150 g de azúcar glas o extrafino
2 plátanos maduros
2 cucharadas de leche (3 si la masa resulta muy espesa)
2 huevos medianos
6 cucharadas de aceite de girasol (yo utilicé mantequilla fundida)  
   (u 85 g de mantequilla fundida y enfriada) 
1/2 taza de nueces 
1/2 taza de pepitas de chocolate


Preparación

Comenzamos precalentando el horno a 200º, es importantísimo que mantengamos el horno caliente antes de meter las cupcakes o no subirán lo necesario.

Colocamos los cestillos en los moldes y comenzamos a preparar la masa. 
Tamizamos los ingredientes secos en un bol: la harina, la levadura, el bicarbonato, la sal, el azúcar, la canela y las nueces (previamente doradas en una sarten con media cucharada de mantequilla). Mezclamos la preparación y apartamos. 

A continuación, machacamos los plátanos maduros, añadimos la leche, la mantequilla fundida y la esencia de vainilla junto a los huevos. Removemos hasta que este todo bien integrado y vertemos sobre la preparación de los ingredientes secos a los que añadimos las pepitas de chocolate. 

Batimos ligeramente la masa dejando algún que otro grumo de harina; es muy importante que la masa no quede exageradamente mezclada, de lo contrario quedarán unas cupcakes demasiado compactas y poco jugosas. 




Ahora, solo tendremos que repartir la mezcla en los cestillos y hornearlas durante 20 minutos aproximadamente a una temperatura media de 180º-190º.

¡...y voilà!, aquí os dejo un concentrado de plátano, chocolate, nueces y canela que no tiene desperdicio. ¡Animaos a hacerlo!, probad, manchaos la manos y disfrutad, ya que además de delicioso es muy fácil de hacer. La repostería es como el amor, o te entregas a ella o mejor ni lo intentes... 






Me conformo con que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo ¡BON APPÉTIT!