viernes, 16 de noviembre de 2012

Tarta pecado de chocolate

¡Hola visitantes!, mientras nos preparamos para el frío qué mejor remedio que una tarta deliciosa y consistente. Llevaba días intentando publicar esta receta y me había sido imposible hasta hoy. Esta vez os traigo un pecado peligroso para paladares exquisitos que me encargaron para el veinticuatro cumpleaños de mi queridísima amiga Caye. Se compone de un jugoso bizcocho de chocolate relleno de crema de mantequilla y mermelada de cereza al brandy cubierto de una fina capa de chocolate negro.
Ojalá tuviera palabras para explicar su sabor, pero lo que si puedo hacer es animaros a que os ensuciéis las manos y os deleitéis de su fantástico aroma, además de su espectacular presencia.




Ingredientes

Para el bizcocho

225 g de mantequilla
225 g de azúcar
3 huevos
170 g de harina con levadura (harina para bizcochos)
40 g de cacao puro en polvo
1 cucharada de agua templada (si hiciera falta)

Para la crema de mantequilla

350 g de azúcar glas
175 g de mantequilla (puede ser salada)
2 cucharadas de agua
1 cucharadita de extracto de vainilla o azúcar avainillado 

Para la crema de mermelada

Medio bote de mermelada de cereza (mermelada al gusto)
2 cucharadas soperas de agua templada
1 cucharadita colmada de maicena (harina de maíz)
1 cucharadita de Brandy o vino dulce

Para la cobertura

150 g de chocolate negro (especial coberturas)
30 g de mantequilla
125 g de nata líquida 

Para la decoración

Masa fondant de colores 


Preparación

Comenzamos precalentando el horno a 180º.
Empezamos batiendo la mantequilla (debe estar a temperatura ambiente. En el caso de que estuviera demasiado dura, la meteremos varios segundos en el microondas para que se derrita solamente un poco) y mezclamos junto al azúcar hasta que la preparación quede sedosa. 
Añadimos los huevos sin dejar de remover, uno a uno, hasta que nos quede una mezcla homogénea y apartamos.
Tamizamos la harina junto al cacao en un bol para añadir a la preparación anterior y mezclamos con movimientos envolventes. Si notamos que resulta una masa muy densa y consistente, añadimos una cucharada de agua templada. 

A continuación vertemos la mezcla en un molde previamente engrasado e introduciremos en el horno durante aproximadamente unos 40 minutos. 

Mientras el bizcocho está en el horno preparamos la crema de mantequilla, que no es más que batir la mantequilla hasta blanquear y resulte una crema muy suave. Incorporamos los demás ingredientes y seguiremos batiendo por unos minutos hasta que la mezcla esté muy integrada. Esta preparación la apartamos para comenzar a hacer la crema de mermelada. 

Para ello tenemos que verter medio bote de mermelada en un cazo junto a una cucharada de agua,  sin dejar de remover a fuego medio. 
Cuando esta comience a burbujear añadimos la otra cucharada de agua templada con la cucharadita de maicena disuelta en ella y la incorporaremos a la mermelada junto a la cucharadita de Brandy. 
Seguimos removiendo hasta que la mezcla termine de hervir por unos minutos más. Es de vital importancia el buen uso de la harina de maíz para espesar cualquier tipo de crema o salsa. En nuestro caso, cuando cocinamos la mermelada esta tiende a volverse líquida y para ello necesitamos un espesante que dará buenos resultados si dicha preparación llega a ebullición. Al contrario, no servirá de nada. 
Al terminar de hervir, apartamos y dejamos enfriar. 

Pasados los 40 minutos, sacamos el bizcocho del horno y dejamos templar unos 15 minutos antes de proceder a cortar el bizcocho en dos partes iguales que rellenaremos posteriormente. 
Primero añadimos la crema de mantequilla, en una de las dos mitades que hemos cortado y luego encima y con mucho cuidado (y sin mezclar ambas mezclas) vertemos la mermelada que debe estar bastante espesa y medio fría. (si no está casi fría no notaremos los efectos del espesante al cien por cien).  




Una vez rellena, taparemos el bizcocho haciendo una leve presión intentando que el relleno no se salga por los lados y procederemos a preparar la cobertura de chocolate que no es más que calentar a fuego medio todos los ingredientes; el chocolate, la mantequilla y la nata. (sin dejar de remover hasta que esté todo completamente unido)
Una vez todo disuelto y sin dejar enfriar añadimos la preparación justo desde el centro de la tarta y con ayuda de una espátula ayudaremos al chocolate integrarse bien por cada hueco de bizcocho que no este cubierto. 
Inmediatamente, meteremos en el frigorífico por un mínimo de 3 horas para que el chocolate obtenga consistencia. 

Finalmente nos queda decorar, podéis utilizar cualquier tipo de ingrediente siempre y cuando sea original. En mi caso, y por ser una ocasión que lo merecía, hice rosas de fondant con ayuda de una persona muy especial.




Prometo hacer un tutorial de fondant en otra ocasión, os resultará muy divertido, es como jugar con plastilina que puedes comer: "el sueño de todo niño".

A la hora de conservar esta tarta, es conveniente que la tengáis siempre metida en un lugar frío, pues el chocolate tiende a reblandecerse. Si en alguna ocasión decidís transportar esta, o cualquier otro tipo de tarta que necesite refrigeración es conveniente que esté por una media hora antes de salir en el congelador para que así obtenga mas consistencia aún. 
¡Y ahora no queda más que sacar las servilletas y las ganas de comer!. Os aseguro se adapta a cualquier ocasión y no defraudareis a nadie.




Solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO! 

Por cierto, desde aquí desearle a nuestra amiga Caye, los mejores veinticuatro años que se puedan tener, ¡muchísimas felicidades!.


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