martes, 29 de enero de 2013

Tarta fondant "San Valentín"

¡Hola visitantes!, aunque San Valentín debería ser todos los días, no todos los días se puede disfrutar de una tarta tan cursi como esta. Sorprended a vuestra pareja con esta rica receta, os aseguro que además de su buena presencia, está deliciosa.

En algunos países se conoce como Día de los Enamorados y en otros como Día del Amor y la Amistad. Así que no estaría mal, dejar boquiabiertos al amigo que os escucha, al amigo que siempre está ahí...

Muchos piensan que San Valentín es un invento del siglo XX y que surgió por el interés de los grandes centros comerciales, pero su origen remonta a la época del Imperio Romano. Dudo que en aquellos tiempos compartieran flores y tartas de azúcar y aunque no se estilara obsequiar al enamorado/a, los romanos realizaban la adoración al Dios del Amor, Cupido, para así conseguir al enamorado ideal.

¿Os habéis enamorado alguna vez de una tarta?. Yo, SI.




Ingredientes

Para el bizcocho

225 g de mantequilla reblandecida
225 g de azúcar extrafino
Ralladura de un limón
4 huevos
350 g de harina con levadura
2 cucharadas de zumo de limón
2 cucharadas de leche

Para el relleno

250 g de queso tipo Philadelphia 
150 g de azúcar glas
50 g de cacao en polvo
30 g de mantequilla reblandecida 

Para decorar

750 g de masa fondant 


Preparación

Comenzamos precalentando el horno a 180º. Si el molde es de silicona como en mi caso, poned sobre la bandeja de horno previamente engrasado para evitar algún desastre una vez vertamos la masa. 

Batimos la mantequilla y el azúcar hasta conseguir una textura pomada a la que añadiremos la ralladura del limón. 
Una vez este todo bien mezclado incorporamos los huevos de uno en uno, sin dejar de batir y agregando una cucharada colmada de harina cada vez para evitar que la mezcla llegue a cortarse. 

Añadimos el resto de la harina junto al zumo de limón y la leche hasta que se integre todo a la perfección. 

Rellenamos el molde y nivelamos la superficie para evitar que se abombe demasiado a la hora de hornear. 




Si notárais que la masa queda demasiado líquida podéis corregirlo añadiendo 1 o 2 cucharadas de harina previamente tamizada; por el contrario, si quedara demasiado espesa, 1 o 2 cucharadas de leche. 



Metemos en el horno precalentado durante 50 minutos. Nos debe quedar un bizcocho jugoso pero consistente que, una vez frío desmoldamos y dividimos en dos partes iguales. 




Para realizar el relleno solo tenemos que mezclar los ingredientes en este orden; mantequilla, queso, azúcar y cacao. 
Pintamos una de las dos mitades y  apartamos solo una cuarta parte de nuestro relleno para mas tarde. 
Mientras procedemos a preparar el fondant, llevamos nuestro bizcocho ya relleno y tapado al frigorífico para que obtenga así mas consistencia. Es importante también refrigerar las tartas que llevan productos lácteos. En este caso, la crema de philadelphia necesita mantenerse en frío. No lo olvidéis.

Para la realización del fondant solo debéis tener en cuenta varias cosas; es una masa delicada hecha mayormente con azúcar por lo tanto se endurece y se agrieta si no trabajáis con rapidez. Si decidís preparar el fondant con antelación no olvidéis conservarla muy bien, preferiblemente con cierre hermético.
Al igual que cualquier otra masa que va a ser manejada y extendida con rodillo necesita harina, pero el fondant solo se trabaja con azúcar glas o harina de maíz. Por lo tanto, si notáis que la masa se pega a la mesa de trabajo, solo debéis espolvorear un poco de maizena las veces que sean necesarias. 




Yo suelo utilizar la marca Satin Ice: me da muy buenos resultados, tanto para cubrir como para moldear figuras. 100x100 recomendada (si necesitáis información de donde conseguir esta pasta solo tenéis que escribirme y os responderé encantada).
En este caso, compré fondant blanco que tuve que tintar con colorante alimenticio rojo en pequeñas cantidades hasta que conseguí el color rosa palo que quería. 




Ahora debéis extender poco a poco la masa, intentando que toda la superficie sea del mismo grosor o no dará el efecto deseado. Es importante que tengáis un rodillo especial para pasta de  goma, fondant y mazapán, pues con uno cualquiera de madera no tendréis los mismos resultados. 




En este momento cubrimos el pastel al completo con el resto de relleno que teníamos apartado para la buena adherencia del fondant. Una vez cubierta procedemos a tapar cuidadosamente con nuestra masa de azúcar. 




Cortamos los bordes sobrantes y comenzamos a modelar como si de plastilina se tratase. A partir de aquí debéis "darle al coco" y a vuestra creatividad. 




Animaos y probad, pues querer sorprender a los vuestros es además de fácil... ¡divertidísimo!. Solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO!



"Te amo porque hueles a masa de bizcocho". 
Película "Porque lo digo yo"

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