viernes, 21 de diciembre de 2012

Galletas de azúcar HO, HO, HO

¡Hola visitantes! esta vez vamos a divertirnos como niños mientras le damos uso a nuestra imaginación creando divertidas galletas de azúcar.
En Posts anteriores ya publiqué la receta de galletas de azúcar, (es la misma) hoy solo vamos a tratar de cambiar los diseños y relacionarlos con las fechas que se aproximan.




Ingredientes

Masa

125 g de mantequilla
125 g de azúcar extrafino (yo utilice azúcar glas tamizada)
1 huevo de tamaño mediano
1 cucharadita de azúcar avainillado (esencia de vainilla, incluso cualquier aroma que queráis darle)
250 g de harina

Glasa

200 g de azúcar glas (¡tamizada!)
1 clara de huevo
1 cucharada sopera de zumo de limón
colorantes alimenticios

Preparación

Comenzamos haciendo la masa de galletas, que necesitará bastante tiempo de refrigeración para que endurezca. Es una masa bastante delicada debido a la cantidad de mantequilla que tiene y puede resultar bastante arenosa si no esta totalmente fria.  

Cuando se trata de amasar con las manos (en un bol), es conveniente que una mano agarre el recipiente y otra amase. siempre está bien mantener una mano limpia para poder manejar los ingredientes externos. 
Desmenuzamos y amasamos con una mano la mantequilla con el azúcar (a mi me encanta tocar y palpar las texturas de los alimentos, así me resulta mas fácil saber cuando están en su punto). Una vez la mezcla tenga textura de pomada añadimos el huevo, el azúcar avainillado o esencia de vainilla y mezclar bien. 

Tamizar la mitad de harina en el bol y seguir mezclando (recordad que una mano siempre tiene q estar limpia), a continuación tamizar la otra mitad y seguir mezclando. 




Esta masa necesita una elaboración rápida, no necesita ser amasada a conciencia, simplemente bien mezclada. Pues si amasamos mucho tiempo, la masa aumentara su calor y será mas blanda y pegajosa. ¡Y NO QUEREMOS ESO!
Cuando la masa quede suave la envolvemos con papel film y la dejamos reposando en el frigorífico ¡como mínimo 1 hora!. 




Este es el momento de precalentar el horno a 180º. Estiramos la masa en la mesa de trabajo bien  enharinada (No os preocupeis si la masa está mas dura que una piedra. Es así. Esta masa necesita endurecerse mucho, pero se soluciona una vez que empecemos a amasar con el rodillo). 



Cuando alcance unos 4 mm de grosor dejamos de estirar y con el cortapastas para galletas haremos las formas que queramos con mucho cuidado. 
Para dar un toque original, algunas de las galletas las agujeré para poder colgarlas del árbol de navidad, y quedaron muy chulas. 

Alineamos las galletas en la placa de horno previamente enharinada o forrada con papel de cocina especial para horno (eso hice yo). El papel vegetal, o papel para horno, os lo recomiendo para repostería. Resulta cómodo cómodo cómodo, y las horneamos durante 15 min o hasta que los bordes de las galletas comiencen a dorarse uniformemente.




Cuando las galletas están horneándose (seguramente tengáis que hacer varias tandas), es el momento de comenzar a hacer la glasa. Yo utilicé la termomix, que resulta mas cómodo, ya que esta mezcla es muy pegajosa y ¡así no me manche a penas un dedo! pero si no podeis utilizar máquina, se hace igualmente con varilla de toda la vida y un bol bien grande. 

Tamizamos todo el azúcar en un bol y apartamos. Añadimos la clara de huevo, el zumo de limón y comenzamos a batir CON GANAS sin dejar de remover hasta que la clara empiece a blanquear. Y poco a poco empezamos a incorporar el azúcar y seguimos removiendo hasta conseguir una textura identica a la pasta de dientes. 
Las/os que tengan algún tipo de máquina eléctrica, mezclar a velocidad suave durante 4 ó 5 minutos, y los que sufráis a mano de 7 a 8 minutos removiendo sin parar. 
Cuando terminemos de cocinar las galletas, las dejamos enfriar media hora hasta que esten completamente frias. Y es el momento de ponernos a decorar.

Repartimos la glasa en cuencos y a cada cuenco le incorporamos unas gotas de colorante alimenticio, según el tipo de galleta que queramos hacer.




Una vez secas, podemos guardarlas en cajas de metal para galletas, o incluso empaquetarlas en pequeñas bolsitas y regalárselas a los amigos. 




Solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo ¡BUEN PROVECHO!

jueves, 20 de diciembre de 2012

Mini Cheesecake de chocolate y vainilla

¡Hola visitantes!, según los Mayas esta será la ultima receta que escriba, así que ya podéis aligerar si queréis probar esta delicia. Esta vez traigo una receta sencilla, rápida y demasiado rica para los amantes del dulce. La conocida tarta cheesecake o pastel de queso in Spain, es una de las miles recetas americanizadas que consumimos frecuentemente en nuestro país aunque realmente esta conocida tarta viene desde los antiguos Juegos Olímpicos griegos. Estoy segura que nada tienen que envidiarle a los pasteles de queso del "Junior´s" en Brooklyn, lugar por tradición para disfrutar de un buen cheesecake al estilo NY.




Ingredientes (para 5-6 mini cheesecake)

100 g de galletas María o tipo Digestive 
40 g de mantequilla fundida
200 g de queso cremoso (philadelphia o mascarpone)
50 g de azúcar glas
1 cucharada colmada de harina de maíz
1 huevo
1/2 cucharadita de esencia de vainilla
75 ml de nata para montar
75 g de chocolate negro

Preparación

Comenzamos machacando las galletas. Podemos realizar esta operación a mano o con ayuda de una maquina, en mi caso lo hice a mano para que veáis que no tiene nada de misterio. 




Metemos las galletas en una bolsa de plástico (yo utilicé las de congelar) y con ayuda de un rodillo o algo con suficiente peso, comenzamos a dar golpes secos sobre las galletas hasta que su textura sea harinosa y no queden trozos de galleta. 

Una vez tengamos la galleta lista, derretimos los 40 g de mantequilla en el microondas y vertemos en las galletas que habremos puesto en un bol.  Precalentamos el horno a 180º. 




Si vemos que la mezcla nos queda suelta debemos añadir una cucharadita de leche  para que nos quede homogénea. Es muy importante que la textura sea la adecuada, sino el resultado será el de una galleta parecida al pan rallado y no una masa compacta.

Una vez que la masa esté en su punto la añadimos a los moldes y prensamos poco a poco con ayuda de una cuchara e incluso con las manos si fuera necesario. 
Apartamos hasta finalizar la receta en el frigorífico. 

Ahora comenzamos con la preparación del relleno montando la nata siguiendo las pautas que he mencionado anteriormente en la receta de la Tarta San Marcos. Una vez la nata este bien montada, apartamos y seguimos batiendo el queso, la harina de maíz y el azúcar hasta que no queden grumos (si veis que os quedan muchos, utilizar unas varillas), se añade el huevo sin dejar de batir junto al extracto de vainilla y la nata previamente montada para finalizar la preparación. 

Dividimos la masa en dos partes iguales. Derretimos los 75 g de chocolate negro en el microondas y añadimos en una de las preparaciones apartadas y mezclamos con movimientos envolventes para que la nata no se baje y pierda el efecto que hará que el pastel esté cremoso. Ahora es el momento de sacar los moldes del frigorífico y rellenar a gusto de consumidor, intercalando los dos colores. 




Meteremos en el horno durante aproximadamente media hora, o hasta que las superficies de las tartaletas queden doradas. 
Una vez pasado el tiempo de horneado se aconseja dejar en el horno apagado, las tartas en el horno, para que termine de asentarse correctamente y no sufra cambio de temperatura brusco. 




Si notáis que se agrietan una vez este finalizando el horneado no os preocupéis, es normal que la masa tienda a agrietarse un poco e incluso hincharse, pero al acabar el horneado la masa vuelve a su estado inicial lista para ser bañada de mermelada de fresa, melocotón, dulce de leche etc. 

En mi caso no utilice ningún tipo de mermelada porque caramelicé varias nueces que tenía guardadas y quedó perfecto. 

Animo a aquellos y aquellas jóvenes que vivís en la más sombría soledad, a aquellos que creéis que la cocina es aburrida, que no hay nada mas allá de un huevo frito y que tenéis por costumbre decir "a mi no se me da bien..." a que probéis y me contéis la experiencia. Doy por hecho que sabréis afrontar este reto. ¡¡Espero noticias vuestras...!!




Y aunque no os animéis, solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo ¡BUEN PROVECHO!.  

viernes, 14 de diciembre de 2012

Coulant de turrón

¡Hola visitantes!, ¡¡¡Hemos llegado a las 2000 visitas!!!, estoy realmente sorprendida por la aceptación tan buena que ha tenido el blog en estas últimas semanas y para agradeceros esta estupenda bienvenida... qué mejor manera que "poniéndonos las botas" con un sabroso y fácil Coulant de turrón que viene genial para estas fechas.




Ingredientes

200 g de turrón blando
4 huevos
120 g de azúcar
100 g de harina 
20 g de mantequilla 

Utensilios

Entre 8-10 moldes pequeños para flan

Preparación

Precalentamos el horno a 180º, engrasamos con mantequilla los moldes y apartamos. 
Comenzamos dorando la harina en una sartén sin dejar de remover hasta que su color obtenga un tono más oscuro y su textura sea mas suelta. 
Este paso es importante no saltarlo, debido al poco tiempo de horneado del Coulant, la harina no estaría cien por cien cocinada y le daría un sabor a crudo. 




Llegados a este punto añadimos los huevos, el azúcar y la harina al turrón que previamente habremos triturado con ayuda de la Thermomix o una batidora. 
Esta mezcla la vertemos en los moldes engrasados y los horneamos durante 10 o 15 minutos. 




Nuestro bizcocho aumentará varios centímetros como podéis comprobar en la imagen. Debéis tener en cuenta rellenar tan solo las 3/4 partes como máximo de los moldes. 

Otra sugerencia importante es que este bizcocho está hecho y diseñado para comer en caliente. Cuidado con los tiempos de horneado pues si los hacéis antes de comer, a la hora del postre estarán completamente fríos y "habrán perdido la gracia". Mi consejo en ese caso, es que media hora antes del postre pongáis el horno a precalentar y pasados 10 minutos meteremos los bizcochos de turrón el tiempo establecido en la receta para que a la hora del postre esté todo en su punto. 

También debéis saber que el Coulant puede mantenerse perfectamente en el congelador mientras esté en crudo. Es decir, en muchas de las recetas que he encontrado, es habitual congelar la masa en crudo una vez los vertemos en los moldes. Una vez congelados se hornearían durante 25 minutos y saldrían igual o incluso mejor que recién hecha la masa. 

Tabla de tiempos

Masa en crudo (sin congelar) necesita de 10 a 15 minutos de horneado
Masa en crudo congelada necesita de 25 a 30 minutos de horneado

El Coulant se caracteriza por su interior cremoso y fundido que se extiende por el plato y para conseguir este efecto solo debéis seguir las indicaciones y no tendréis ningún tipo de problema. 

Para los que nunca hayáis probado esta delicia, os puedo asegurar que os fascinará, sobretodo a aquellos que os consideréis tan golosos como yo. 




Solo puedo decir que ojalá hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. 
¡BUEN PROVECHO Y DE NUEVO, GRACIAS! 

martes, 11 de diciembre de 2012

Tartaletas "flor de manzana" con hojaldre y crema

¡Hola visitantes!, esta vez os traigo una receta que me enviaron hace varios días y que curiosamente me pareció perfecta para compartirla con vosotros. Solo por el aroma que ha quedado en mi cocina merece la pena probar, ¡os lo aseguro!.
Además de su buena presencia, tiene un sabor delicioso y delicado, perfecta para cualquier tarde de diciembre,  ya que es ideal tomarla caliente o templada.




Ingredientes

Para la base

1 lámina de masa hojaldre (la del LIDL es muy buena)

Para la superficie

2 manzanas (rojas preferentemente)
3 cucharadas de mermelada de albaricoque (podéis prescindir de ella) 
3 cucharadas de azúcar

Para la crema pastelera

2 yemas de huevo
20g de harina de maíz
80 g de azúcar
200 ml de leche 
La piel de un limón
1/2 cucharadita de esencia de vainilla

Preparación

Comenzamos cortando las manzanas (sin pelar) por la mitad y a su vez en cuartos muy finos  (debemos tener en cuenta que estos gajos de manzana los doblaremos posteriormente para darle forma de flor y si tienen más grosor de la cuenta no podremos manejarlos sin que se terminen partiendo). 
Dejaremos apartados los gajos de manzana dentro de un bol con agua y unas gotas de limón para que no se oxiden.




Procedemos a estirar la masa hojaldre según viene en el paquete ajustandola a los moldes de tartaletas. En mi caso utilicé las tipicas cazuelitas de barro que sirven perfectamente. 
Una vez tengamos las tartaletas listas para ser rellenadas ponemos el horno a precalentar a 200º y comenzamos con la preparación de la crema pastelera. 




Para ello mezclamos las yemas de huevo con la harina fina de maíz y 75 ml de leche, reservamos. Ponemos en un cazo 125 ml de leche (lo que nos quedaba) con la piel del limón, el azúcar y el aroma de vainilla que llevaremos a ebullición y comenzaremos a incorporar poco a poco la preparación reservada de yemas. Mientras, vamos mezclando con unas varillas y seguimos removiendo hasta que la mezcla espese. Muy importante seguir batiendo para que no se formen grumos una vez apartemos del fuego. Dejamos que la crema temple antes de añadirla a las tartaletas. 




Una vez hayamos añadido la crema vamos incorporando los gajos de manzana formando poco a poco la flor (desde el centro hacia el exterior, ¡paciencia!) 

En mi caso no le añadí mermelada de albaricoque pero os recomiendo que probéis, ya que además de brillo le da un sabor dulce muy especial. 
Si os decidís a echársela, solo tendréis que bañar suavemente con un pincel de silicona toda la superficie. Y si preferís prescindir de ella podéis optar por un par de cucharaditas de azúcar con canela. 

Introducimos en el horno durante aproximadamente media hora o hasta que los bordes esten bastante dorados.
Resulta conveniente introducir la masa por si sola unos 10 minutos antes de verter en ella la crema,  (yo suelo hacerlo practicamente con todas las tartas) así nos aseguramos de que nuestra masa de hojaldre quedará completamente hecha. 
Una vez esten listas nuestras tartaletas solo tenemos que dejar templar y desmoldar si es necesario. 


 


Una vez que os dispongáis a servir podéis incorporar una bola de helado de vainilla. Así os asegurareís de que nadie deje nada.
Solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO!

martes, 4 de diciembre de 2012

Muffins de plátano, chocolate y nueces

¡Hola visitantes! Esta semana os traigo una receta de masa base ¡para hacer muffins! Ya no debe de haber impedimento para que os pongáis manos a la obra alguna de estas tardes de invierno.
Es fácil y rápido de preparar, solo necesitaréis unos pocos ingredientes y el estómago vacío.
¡AL LIO!




Ingredientes

280 g de harina para bizcochos 
1 cucharada de levadura en polvo 
1/2 cucharadita de sal
140 g de azúcar glas o extrafino
3 plátanos maduros
  (2 plátanos si fueran muy grandes)
150 ml de leche 
2 huevos medianos
6 cucharadas de aceite de girasol 
   (u 85 g de mantequilla fundida y enfriada) 

Preparación

Comenzamos precalentando el horno a 200º, es importantísimo que mantengamos el horno caliente antes de meter las magdalenas o no subirán lo necesario.

Colocamos los cestillos para muffins en los moldes y empezamos a preparar la masa. 
Tamizamos los ingredientes secos en un bol profundo: la harina, la levadura, la sal y el azúcar.
A continuación machacamos a parte los plátanos maduros, añadimos la leche y mezclamos. 




Batimos los huevos, añadimos el aceite (o mantequilla fundida) y agregamos esta preparación a la mezcla de plátanos y leche. 
En este momento haremos un hueco bien profundo en el centro de los ingredientes secos y vertemos la mezcla que acabamos de hacer.




Batimos ligeramente la masa dejando algún que otro grumo de harina es de vital importancia que la masa no quede exageradamente mezclada, de lo contrario quedarán demasiado duras y tendrán una textura compacta. 

Ahora, solo tendremos que repartir la mezcla en los cestillos y hornearlas durante 15 minutos aproximadamente.




Si queremos rellenar de chocolate, nueces o cualquier otro ingrediente tenemos que rellenar los cestillos en dos partes. Vertemos masa, introducimos media onza de chocolate o nueces y cubrimos con más masa hasta cubrir las 3/4 partes del cestillo. 

¡...y voilà!



¿Quién se resiste a una magdalena recién salida del horno?, solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. 

¡BUEN PROVECHO!

jueves, 29 de noviembre de 2012

Tarta San Marcos (con tocino de cielo)

¡Hola visitantes!, esta vez os traigo una receta extremadamente deliciosa, ideal para los más golosos y amantes del tocino de cielo. Su sabor y la perfección de sus contrastes la hacen quizás una de las tartas más sabrosas que he probado.
El pastel san marcos se compone de un bizcocho relleno de nata recién montada con nueces, coronada por una capa de un jugoso tocino de cielo. ¿La perfección existe?




Ingredientes

Para el tocino de cielo

9 yemas de huevo
3 huevos
400 g de azúcar
2 vasos de agua

Para el caramelo del tocino de cielo

3 cucharadas colmadas de azúcar
2 cucharadas de agua

Para el bizcocho

225 g de mantequilla
225 g de azúcar
3 huevos
200 g de harina con levadura (harina para bizcochos)
1 cucharada de agua templada (si hiciera falta)
1 pizca de sal
1/2 cucharada de vainilla en polvo (se puede prescindir) 

Para la nata

500 ml de nata para montar
200 g de azúcar glas

Para el jarabe

1 vaso de agua
3 cucharadas de azúcar
1/2 vaso de Brandy

Preparación

Antes de comenzar con la receta, os comento que todos los pasos realizados se harán en el mismo molde, para que a la hora del montaje todo tenga el mismo tamaño y nos resulte más fácil.
También advertir que es una receta que requiere tiempo y paciencia pero si os armáis de valor conseguiréis unos resultados de diez.

Comenzamos preparando el bizcocho como hemos hecho en anteriores recetas, (solo tendréis que eliminar el cacao, pero la preparación es la misma y la básica).
Una vez hayamos sacado el bizcocho del horno, lo dejaremos enfriar a temperatura ambiente para dividirlo en dos mitades iguales.




Apartamos el bizcocho y pasamos a hacer el caramelo del famoso tocino de cielo. Vertemos las cucharadas de azúcar y las cucharadas de agua en una sartén antiadherente y sin remover la mezcla,  la pondremos a fuego medio. Cuando veamos que coge un tono tostado removemos un poco.
Hay que tener especial cuidado puesto que el caramelo retiene mucho el calor y puede hacer quemaduras considerables.
Debe quedar una capa muy fina, por el contrario, el caramelo formará una capa dura y crujiente.




Inmediatamente vertemos esta mezcla en el molde donde haremos el tocino y repartiremos por la base uniformemente y apartamos.

Para el tocino de cielo mezclamos las yemas con los huevos enteros y añadimos el almíbar en hebra gorda, que haremos vertiendo los 400 gramos de azúcar, los dos vasos de agua en un cazo a fuego medio y dejaremos hervir durante diez minutos hasta que la consistencia se vuelva espesa.




Esta mezcla se la añadimos poco a poco a los huevos sin dejar de remover. Debe estar muy bien batida. 
A continuación vertemos la mezcla en el molde que previamente hemos bañado con caramelo y lo metemos en el horno a 175º a baño María durante aproximadamente media hora, o hasta que este completamente cuajado. 

Mientras se hace el tocino de cielo comenzamos a hacer el jarabe con el que bañaremos los bizcochos a la hora del montaje de la tarta. 
Únicamente tenemos que verter los ingredientes en un cazo y dejar unos diez minutos hasta que llegue a hervir y apartamos. 

Cuando el tocino está listo, dejaremos que enfríe por completo sin desmoldar, tened en cuenta que esta tarta se monta del revés e iremos poniendo capas de bizcocho y nata sobre la capa de tocino. En el momento del montaje quedara abajo pero al volcar la tarta será la parte superior. 
Mientras, comenzamos  montando la nata. Este proceso puede resultar muy fácil o imposible, pero puedo asegurar que si seguís estos pasos y tenéis paciencia os puede salir una nata bien montada y consistente. (Se puede sustituir por merengue).

Es importante que tengáis en cuenta estos datos para montar nata; el recipiente donde lo hagamos debe estar frío al igual que la propia nata. 
Otra de las características a tener en cuenta es que cuanta más grasa tenga la nata, mejor montará, puesto que lo que realmente monta son unas moléculas de grasa que al introducir aire con la varilla, batidora etc. van formando un esquema rígido alrededor de las burbujas de aire y uniéndose gracias a la acción del agua. 

Antes de comenzar a montar, preparamos la gelatina, esta nos ayudará a que la nata una vez montada sea mas consistente y no suelte suero. 
Verteremos la gelatina en un bol con agua mineral para que se reblandezca y apartamos.




Comenzaremos a batir con fuerza la nata (fría) y vertemos la mitad del azúcar hasta que veamos que dobla su volumen y cambie su consistencia. Una vez que veáis su textura rígida añadimos la otra mitad de azúcar y vertemos la gelatina previamente húmeda y disuelta en leche que templaremos previamente. (al añadir la leche, debe estar completamente fría, el contraste de temperaturas os cortará la nata "lo digo por experiencia").
CUIDADO, no nos podemos pasar batiendo ya que la nata tiende a cortarse. Podremos pasar a hacer mantequilla dulce en cuestión de segundos si batimos mas de la cuenta. 

Una vez tengamos todo frío y preparado comenzamos con el montaje, que no es más que ir intercalando encima de la base de tocino; una capa de bizcocho, bañamos con jarabe, una capa de nata, una base de nueces previamente doradas, una capa de bizcocho y bañamos de nuevo con jarabe. 
Al finalizar todas las capas, volcamos la tarta en un plato mas grande que el propio molde. Con mucho cuidado frotamos la base con un paño caliente e ira desmoldándose. 

Ahora solo queda decorar los bordes con nata montada. En mi caso utilice una manga pastelera e hice pequeñas lineas verticales con una boquilla estrellada.



El resultado es espectacular y su sabor es incluso mejor. Solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo.

¡BUEN PROVECHO!

viernes, 16 de noviembre de 2012

Tarta pecado de chocolate

¡Hola visitantes!, mientras nos preparamos para el frío qué mejor remedio que una tarta deliciosa y consistente. Llevaba días intentando publicar esta receta y me había sido imposible hasta hoy. Esta vez os traigo un pecado peligroso para paladares exquisitos que me encargaron para el veinticuatro cumpleaños de mi queridísima amiga Caye. Se compone de un jugoso bizcocho de chocolate relleno de crema de mantequilla y mermelada de cereza al brandy cubierto de una fina capa de chocolate negro.
Ojalá tuviera palabras para explicar su sabor, pero lo que si puedo hacer es animaros a que os ensuciéis las manos y os deleitéis de su fantástico aroma, además de su espectacular presencia.




Ingredientes

Para el bizcocho

225 g de mantequilla
225 g de azúcar
3 huevos
170 g de harina con levadura (harina para bizcochos)
40 g de cacao puro en polvo
1 cucharada de agua templada (si hiciera falta)

Para la crema de mantequilla

350 g de azúcar glas
175 g de mantequilla (puede ser salada)
2 cucharadas de agua
1 cucharadita de extracto de vainilla o azúcar avainillado 

Para la crema de mermelada

Medio bote de mermelada de cereza (mermelada al gusto)
2 cucharadas soperas de agua templada
1 cucharadita colmada de maicena (harina de maíz)
1 cucharadita de Brandy o vino dulce

Para la cobertura

150 g de chocolate negro (especial coberturas)
30 g de mantequilla
125 g de nata líquida 

Para la decoración

Masa fondant de colores 


Preparación

Comenzamos precalentando el horno a 180º.
Empezamos batiendo la mantequilla (debe estar a temperatura ambiente. En el caso de que estuviera demasiado dura, la meteremos varios segundos en el microondas para que se derrita solamente un poco) y mezclamos junto al azúcar hasta que la preparación quede sedosa. 
Añadimos los huevos sin dejar de remover, uno a uno, hasta que nos quede una mezcla homogénea y apartamos.
Tamizamos la harina junto al cacao en un bol para añadir a la preparación anterior y mezclamos con movimientos envolventes. Si notamos que resulta una masa muy densa y consistente, añadimos una cucharada de agua templada. 

A continuación vertemos la mezcla en un molde previamente engrasado e introduciremos en el horno durante aproximadamente unos 40 minutos. 

Mientras el bizcocho está en el horno preparamos la crema de mantequilla, que no es más que batir la mantequilla hasta blanquear y resulte una crema muy suave. Incorporamos los demás ingredientes y seguiremos batiendo por unos minutos hasta que la mezcla esté muy integrada. Esta preparación la apartamos para comenzar a hacer la crema de mermelada. 

Para ello tenemos que verter medio bote de mermelada en un cazo junto a una cucharada de agua,  sin dejar de remover a fuego medio. 
Cuando esta comience a burbujear añadimos la otra cucharada de agua templada con la cucharadita de maicena disuelta en ella y la incorporaremos a la mermelada junto a la cucharadita de Brandy. 
Seguimos removiendo hasta que la mezcla termine de hervir por unos minutos más. Es de vital importancia el buen uso de la harina de maíz para espesar cualquier tipo de crema o salsa. En nuestro caso, cuando cocinamos la mermelada esta tiende a volverse líquida y para ello necesitamos un espesante que dará buenos resultados si dicha preparación llega a ebullición. Al contrario, no servirá de nada. 
Al terminar de hervir, apartamos y dejamos enfriar. 

Pasados los 40 minutos, sacamos el bizcocho del horno y dejamos templar unos 15 minutos antes de proceder a cortar el bizcocho en dos partes iguales que rellenaremos posteriormente. 
Primero añadimos la crema de mantequilla, en una de las dos mitades que hemos cortado y luego encima y con mucho cuidado (y sin mezclar ambas mezclas) vertemos la mermelada que debe estar bastante espesa y medio fría. (si no está casi fría no notaremos los efectos del espesante al cien por cien).  




Una vez rellena, taparemos el bizcocho haciendo una leve presión intentando que el relleno no se salga por los lados y procederemos a preparar la cobertura de chocolate que no es más que calentar a fuego medio todos los ingredientes; el chocolate, la mantequilla y la nata. (sin dejar de remover hasta que esté todo completamente unido)
Una vez todo disuelto y sin dejar enfriar añadimos la preparación justo desde el centro de la tarta y con ayuda de una espátula ayudaremos al chocolate integrarse bien por cada hueco de bizcocho que no este cubierto. 
Inmediatamente, meteremos en el frigorífico por un mínimo de 3 horas para que el chocolate obtenga consistencia. 

Finalmente nos queda decorar, podéis utilizar cualquier tipo de ingrediente siempre y cuando sea original. En mi caso, y por ser una ocasión que lo merecía, hice rosas de fondant con ayuda de una persona muy especial.




Prometo hacer un tutorial de fondant en otra ocasión, os resultará muy divertido, es como jugar con plastilina que puedes comer: "el sueño de todo niño".

A la hora de conservar esta tarta, es conveniente que la tengáis siempre metida en un lugar frío, pues el chocolate tiende a reblandecerse. Si en alguna ocasión decidís transportar esta, o cualquier otro tipo de tarta que necesite refrigeración es conveniente que esté por una media hora antes de salir en el congelador para que así obtenga mas consistencia aún. 
¡Y ahora no queda más que sacar las servilletas y las ganas de comer!. Os aseguro se adapta a cualquier ocasión y no defraudareis a nadie.




Solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO! 

Por cierto, desde aquí desearle a nuestra amiga Caye, los mejores veinticuatro años que se puedan tener, ¡muchísimas felicidades!.


martes, 13 de noviembre de 2012

Key lime pie (tarta de lima)

¡Hola visitantes!, ayer viendo un programa de televisión que se llama Crónicas carnívoras salió un mini reportaje sobre la famosísima tarta de lima de la zona de Los Cayos en Florida, y se me hizo de tal manera la boca agua que hoy no me he podido resistir y he comprado lo justo para probarla.
Su nombre "Key lime" proviene de las limas de la zona a las que se les conoce de esa manera, y se caracterizan por su extraordinaria acidez y un zumo muy intenso. 
Otra de las pocas cosas que recuerdo de lo que vi ayer es que esta tarta nació en Florida y tuvo tantísimo éxito que se extendió por toda America y por lo visto, ¡ha dado la vuelta al mundo!. 
Visto lo visto habrá que probarla ya que si su fama trasciende las fronteras de Estados Unidos, será por algo ¿no?.




Ingredientes

Para la base

1 paquete de galletas (tipo digestive)
200 g de mantequilla

Para la crema de limón

400 g de leche condensada
120 ml de zumo de lima (o limón si no encontráis limas)
Ralladura de una lima (podéis prescindir de esto si queréis)
2 yemas de huevo

Para el merengue

2 claras de huevo
150 g de azúcar
1 cucharadita de zumo de limón

Preparación

Comenzamos rallando los limones o limas y les sacamos el zumo. (como podéis comprobar no tuve suerte al encontrar limas, así que desde aquí hago un llamamiento a Mercadona para ver si es posible que la próxima vez que busque limas, encuentre alguna aunque no sean las Key lime de Florida...)



Ahora, trituramos las galletas (si tenéis una procesadora o cualquier tipo de máquina que triture mucho mejor, yo utilicé la Thermomix, "la reina de las maquinas"), debemos dejarlas tipo polvo, sin ningún trozo masticable. A esta "harina de galleta" le incorporamos la mantequilla previamente derretida y mezclamos bien hasta conseguir una masa pastosa y muy bien unida. Es importante que la galleta llegados a este punto no nos quede arenosa, si fuera así, podemos añadir un poco de leche y mezclamos hasta obtener la consistencia deseada (esta base de galletas nos sirve para hacer una gran variedad de tartas) y es importante que sepamos la textura que debe tener. 
Ahora vertemos esta masa en un molde redondo (yo utilicé un molde no desmontable y de cristal que utilizo para tartas con galleta, pero podéis utilizar cualquier molde).
Aplastamos la galleta con la parte trasera de una cuchara mientras repartimos la mezcla por todo el molde hasta que quede una base compacta y lisa.
Metemos la preparación en el frigorífico tapada con papel film para que obtenga aun mas cuerpo antes de verter en ella la crema de limón.

Mientras preparamos la crema de lima (o limón), encendemos el horno y lo ponemos a precalentar a 180º. 

Comenzamos batiendo las yemas de huevo con una varilla hasta que comiencen a blanquear, añadimos la leche condensada y batimos muy bien. 




Recordad es muy importante que el zumo de lima sea lo último que añadimos ya que el limón puede hacer reacción con los huevos y estos pueden llegar a cortarse.
Una vez tengamos la mezcla de huevo y leche condensada bien batida añadiremos la ralladura de limón, el zumo y batiremos con fuerza hasta que la mezcla esté muy bien mezclada.
Añadimos la preparación al molde con galleta y meteremos en el horno por 25 minutos aproximadamente (dependiendo de vuestro horno), a mi en particular me basto con 20 minutos. Sabréis que está hecha metiendo un palito de madera y si sale limpio, estará lista. 

Para la preparación del merengue suizo, hay muchas cosas que debéis tener en cuenta, parece sencillo, pero a mi particularmente es una de las cosas en repostería que peor llevo y que mas trabajo me ha costado aprender. Pero tranquilos/as, a base de ensuciarnos las manos todo es posible. 
Solo tenemos que batir con fuerza las claras con unas varillas, hasta que tripliquen su volumen y tenga una consistencia muy espesa. Llegados a este punto añadimos poco a poco el azúcar  (NUNCA ANTES) y las gotitas de limón y seguimos batiendo, hasta que el merengue tenga la consistencia suficiente que al dar la vuelta al bol, este no se caiga. 
Sacaremos la tarta del horno y con ayuda de una cuchara vertemos el merengue y simularemos pequeñas olas (sin miedo). 
Ahora meteremos de nuevo la tarta en el horno en función gratinar para dorar los salientes de merengue que hemos hecho... ¡y a disfrutar! 

Os encantará esta tarta, además de tener un corte extremadamente bonito es muy fácil de hacer y lo más importante es que está riquísima. 



Solo espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo. ¡BUEN PROVECHO!

lunes, 5 de noviembre de 2012

Tarta de chocolate

¡Hola visitantes! hoy os traigo una receta riquísima que hice para la noche de Halloween, y por lo que me han dicho mis amigos... ¡estaba de muerte!
Esta tarta surge realmente de la combinación de dos recetas que hice hace tiempo, y que mezcladas entre sí han dado un muy buen resultado.
Consta de tres partes, un bizcocho de almendra esponjoso, relleno de crema de queso y cubierto con una ligera capa de chocolate negro. Os aseguro que no defraudaréis a nadie.




Ingredientes

Para el bizcocho

125 g de almendras molidas
100 g de harina
100 g de azúcar glass
100 g de mantequilla
6 huevos
150 g de chocolate negro
1 sobre de levadura química
1 pizca de sal

Para el relleno

55 g de mantequilla
200 g de Philadelphia
100 g de azúcar glass
1 cucharadita de extracto de vainilla

Para la cobertura

150 g de chocolate negro
125 g de nata líquida
30 g de mantequilla

Preparación

Comenzamos tostando las almendras en una sartén y prescindimos de aceite para tostarlas ya que la almendra en sí tiene suficiente grasa. Y sin dejar de remover y a fuego medio esperamos hasta que tomen un color dorado y apartamos para que enfríen en otro recipiente.

Batimos la mantequilla hasta que consigamos una textura de pomada y añadimos el azúcar glass. Seguimos batiendo hasta homogeneizar la mezcla. A continuación fundimos el chocolate y lo añadimos a la mantequilla, mezclaremos con movimientos envolventes incorporando a su vez las seis yemas sin dejar de batir.
Una vez este bien mezclado, incorporamos las almendras tostadas junto a la pizca de sal, la harina y la levadura.
Será el momento de batir las claras de huevo que montaremos a punto de nieve hasta conseguir un merengue que añadiremos poco a poco a la mezcla de chocolate con movimientos muy lentos.



Cuando se trate de incorporar merengue a mezclas con otra densidad, es conveniente que seamos capaces de realizar siempre el mismo movimiento y hacia la misma dirección. Suele ser un movimiento lento sin llegar a mezclar, que se le denomina "movimiento envolvente",  para que este mantenga su función y no baje su consistencia.

Vertemos esta mezcla en un molde redondo, desmontable, engrasado y meteremos en el horno previamente precalentado a 170º durante aproximadamente 40 minutos (dependiendo del horno).

Al salir salir del horno, dejaremos enfriar completamente y lo dividimos en dos partes. Recordad que cuando se trata de rellenar bizcochos es conveniente que la parte de abajo sea nuestra tapa para que nos quede el resultado visiblemente mas bonito.
Ahora es cuando haremos nuestro relleno que preparamos mezclando todos los ingredientes por orden; batimos la mantequilla hasta textura pomada, incorporamos el queso y seguimos batiendo hasta conseguir una crema homogénea. Añadimos el azúcar glass junto a la cucharadita de esencia de vainilla (podeis utilizar cualquier esencia o extracto que os guste, e incluso añadir ralladura de limón o de naranja, e incluso incorporar colorante alimenticio si se trata de una tarta para cumpleaños de algún peque de la casa).
Esta mezcla la extendemos generosamente por una de las capas de nuestro bizcocho, y cubrimos con la otra capa.




Por último hacemos la cobertura de chocolate con la que cubriremos nuestro pastel. Es tan sencillo como verter todos los ingredientes en un cazo que pondremos a fuego suave y sin dejar de remover. Cuando empiece a hervir, retiramos y vertemos por encima de nuestra tarta que dejaremos enfriar en el frigorífico.
Podemos decorar nuestra tarta de muchas maneras, yo hice virutas de chocolate con un pelador de patatas y se veía ¡delicioso!.
El resultado como veis es un bizcocho muy jugoso con un sabor a chocolate muy intenso que se combina a la perfección con el frosting de queso.
Os animo a que probéis porque además de rico resulta ¡muy muy muy fácil de hacer!




Solo puedo decir una cosa... espero que hayáis disfrutado al menos... la mitad que yo.
¡BUEN PROVECHO!